Durante la celebración de la COP25 el ámbito científico profundizó acerca de los combustibles solares, es decir, combustibles obtenidos a partir del sol.
La que podría ser una nueva fuente de energía, ya es foco de investigaciones como la llevada a cabo por la Universidad de Castilla-La Mancha de Toledo y el Instituto Imdea. Según los resultados obtenidos hasta ahora, podría obtenerse energía a través de la captación de CO2 por medio de la energía solar (fotocatalítica) o por electroquímica (electrorreducción).
Por el momento, el estudio apunta a la combinación de ambos métodos ya que la luz solar es menos eficiente que la eléctrica. Tal y como indican fuentes del estudio, se diseñaría una celda por la que haya una corriente eléctrica y que además posea una ventana por donde pueda pasar la luz solar.
Si las investigaciones dan resultados positivos los combustibles solares podrían incluso sustituir los combustibles fósiles que, actualmente, se utilizan de forma masiva contaminando el medio ambiente y fomentando el cambio climático.
Los combustibles solares son en sí mismos menos perjudiciales pero, además, son obtenidos por energías renovables sin impacto ambiental. Estos métodos, según fuentes del Instituto Imdea de Energía, también podrían ser utilizados para obtener químicos y plásticos, lo cual reduciría el claro impacto que estos productos realizan al entorno.