Según fuentes del sector, 2019 ha marcado un antes y un después en el el futuro de los combustibles fósiles debido a la caída en los mercados de las compañías de energía tradicionales.
Tal y como indican desde el Instituto de Análisis Económico y Financiero de la Energía (IEEFA), la energía renovable se ha convertido en un mercado en auge que ha comenzado a atraer el interés de los inversores. Se prevé una disminución del consumo de carbón térmico y un aumento del uso de energía limpia y renovable.
El cambio puede observarse en cómo las grandes empresas del sector energético han empezado a transformar su producción. Según el IEEFA, estos actores están descarbonizando sus activos de combustibles fósiles.
Un claro ejemplo de esta nueva tendencia es el precio de las acciones del grupo australiano Macquarie, un inversor líder en energías verdes, que ha aumentado un 129% en los últimos cinco año.
En contraposición las cuatro principales compañías mineras de carbón de Australia han disminuido entre el 18% y el 37%. “A medida que el flujo de capital pasa a financiar la energía renovable, el mercado de capitales reduce la capacidad de la actual industria que posee plantas de energía térmica”, explican desde el IEEFA.